Gabriel Inostroza V.
Resumen. La Décima región de Los Lagos y en particular Chiloé tienen una geografía privilegiada y un conjunto de recursos naturales con que afortunadamente todavía se cuenta. Ligado a lo anterior, la existencia de una gran diversidad de elementos culturales, representados por el conocimiento agrícola campesino, las tecnologías tradicionales, el conocimiento práctico acerca de los recursos naturales, las artesanías ancestrales, la mitología y las creencias populares, hacen pensar que existe un potencial real para desarrollar el turismo rural en comunidades campesinas de Chiloé.
Sin embargo, los dos ejes que se han mencionado como fundamento de un posible turismo campesino, los recursos naturales y la cultura local, se encuentran en una situación de extrema fragilidad. Por una parte los recursos naturales están sometidos a una explotación sin control y sin normas que permitan un uso razonable y duradero; y las diversas expresiones de la cultura local se encuentran en retroceso frente a valores culturales diferentes que amenazan la identidad tan propia de las comunidades de Chiloé.
Está de mas mencionar también la situación de inestabilidad por la que atraviesa el sector agropecuario, derivado sobre todo de los procesos económicos de globalización, que son aún mas agudos en el caso del sector de la pequeña agricultura, por lo que es de consenso nacional propender a la diversificación de las actividades productivas del medio rural.